Destacado del Mes de la Herencia Hispana: Doctor Raúl Pino
ORLANDO, Fla. (FNN News en Español) – Durante la pandemia, una voz ha reslatado durante las conferencias que el alcalde del condado de Orange, Jerry Demmings, ha sostenido para ofrecer información, no solo por su considerable experticia sino porque es tanto en inglés como en español: la del doctor Raúl Pino, directo del Departamento de Salud de Florida para el condado, el primer latino en tener el puesto.
Su manera pausada y educada de dar información lo ha convertido en un recurso valioso para lidiar con la pandemia. A menudo ha estado en contra de los mandatos impuestos por el gobierno de Florida, pero en una época debió enfrentarse con un gobierno muy distinto y mucho más peligroso.
Pino nació en Ciego de Ávila, una pequeña ciudad en el centro de Cuba. Su madre era un ama de casa que crió a la familia, y su padre era un juez de la Corte Suprema. A los doce años fue enviado a un internado, para siempre separado el hogar de su familia, y cada vez que podía visitaba a su abuela, una curandera del pueblo que lo inspiró a estudiar medicina.
Se inscribió en la escuela médica en la Universidad de La Habana, donde recibió su Doctorado en Medicina. Quiso aprender a tratar víctimas de quemaduras, así que se enroló en el Ejército, el único sitio que ofrecía ese tipo de cursos. También entrenó como cirujano plástico en el Hospital Naval de La Habana. Como tantos cubanos, luego de un tiempo, decidió que necesitaba irse de la isla, de modo que una noche intentó con un grupo escapar en un barco.
En una entrevista en 2020, contó como, justo antes de partir, una mujer se le acercó insistiéndole en que le tomara la tensión sanguínea. Al principio trató de evadirla, pero la mujer fue muy insistente. Accede y se dispone a tomarle la tensión en su brazo derecho, como es la costumbre en Cuba, pero ella lo dirige a su brazo izquierdo, quitándose el suéter que lleva. Había escrito un mensaje en su brazo: “No hablas, cállate, están escuchando, no te vayas, te están esperando”.
Pino fue arrestado más tarde esa misma noche y encarcelado por cinco días. Fue interrogado pero no herido; aún así, al ser soltado fue dado de baja en el Ejército. Sin trabajo, no sabía qué hacer, hasta que un amigo le habló de un programa en la Embajada de EEUU que ofrecía relocación para cubanos que habían sido despedidos o eran disidentes. Aplicó, salió electo, y él, su mujer y sus dos hijos se mudaron a Connecticut.
En EEUU debió trabajar duro, hasta recogiendo frutas, antes de poder continuar sus estudios, eventualmente graduándose de la Escuela de Medicina de la Universidad de Connecticut con un Master de Salud Pública. Eventualmente llegó a trabajar opara la ciudad, primero como epidemiólogo del Departamento de Salud Pública de Connectcut, y eventualmente llegando a Comisionado del CTDPH en 2015.
En 2019, Pino supo que el doctor Kevin Sherin se había retirado luego de 20 años de service en Florida, así que decidió que era tiempo de mudarse de nuevo. En mayo del siguiente año, la familia se mudó a Orlando, y poco después fue nombrado al cargo que ocupa hoy en día, donde muchos consideran que su habilidad de hablar con la creciente comunidad hispana de Florida Central esencial para navegar la pandemia.